
La gordita de bikini verde me toreó y la rajé de una.
Me quedé con la flaquita. La metí en un retrete, cerré la puerta y le di masa hasta mearme encima de ella. Era una negrita, pero qué tiernita, mi Dios.
Después la seguiríamos hasta el fin de las clases.
La verdad, no la extrañé más, y creo que terminó siendo lesbiana.
Madame Marie