A esta rubia tarada me la llevé a mi departamento de Punta del Este.
Ella quería ser mi top model, yo quería follármela, y mucho más. Ella parecía saber lo que yo quería, y eso me calentaba más todavía.
Comencé a tomarle las fotos y a los pocos disparos le pedí que se desnudara.
Aceptó sin chistar.
Aunque no lo crean, sus tetitas tan pequeñas me enloquecían. Como soy vieja y medio tetona, necesito de vez en cuando manosear un cuerpo femenino con mucho menos mamas que el mío.
Tengo la fantasía de que estirándolos y succionándolos con gran angurria, esos senitos pueden agrandarse.
Me provocaba con su miarada la pendeja. Llegué a pensar que ella no había comprendido cuál era la situación, porque yo la seguía fotogafiando sin abalanzármele encima.
Le gustaba desnudarse, la vi excitarse paulatinamente. Deseaba que se tocara.
No tuve que darle indicación, ella comenzó solita a masturbarse con una sutileza increíble. Yo estaba mojándome toda. Se notaba que no era su primera vez.
Me regaló esta toma. Es difícil lograr que una pendejita modelo tan bonita se meta dedos delante tuyo.
Esta tarada era bien especial, no cabía duda.
Se pajeaba como si yo no estuviera ahí, me dio imágenes increíbles, pero también me enfadó... ¡No me miraba para inspirarse!
De repente se recostó así y la paz me volvió al cuerpo.
¿Me invitaba a acostarme con ella? ¿O sólo me estaba dando otra foto?
Me jugué entonces a redoblar la apuesta.

¿Me invitaba a acostarme con ella? ¿O sólo me estaba dando otra foto?
Me jugué entonces a redoblar la apuesta.

Le di un troncho enorme, teniendo el plan B: si me lo rechazaba se lo haría comer a la fuerza...
Pero no tuve que violentar nada. Le pedí que se lo metiera y ella comenzó a lamerlo. Era muy putita la pendeja, sabía lo que quería, mas no se imaginaba lo que le esperaba conmigo a solas.
Pero no tuve que violentar nada. Le pedí que se lo metiera y ella comenzó a lamerlo. Era muy putita la pendeja, sabía lo que quería, mas no se imaginaba lo que le esperaba conmigo a solas.

Muy, muy puta la rubiecita...

Y esta fue la última foto que le tomé, porque ya no podía aguantarme más.
Me desvestí ante ella y permaneció así, en éxtasis.
La vi tan caliente, tan preparada, que me le tiré encima.
Recuerdo que lo primero que le hice fue morderle los labios de la boca con todas mis ansias, ella se resistió, pero logré aplastarla con mi peso. Le mastiqué las tetitas, se las estiré pellizcándole los pezones hasta hacerla gritar y llorar de dolor, la chupé y mordisqueé por todas partes, la perforé rudamente con el dildo, me la follé por el culo, ya saben cómo.
Luego la até a la cama completamente abierta para mortificar sus agujeritos durante toda la noche y arrancarle alaridos de dolor y placer.
Eugenia fue mi top model durante 1 año, y una de mis grandes amantes esclavas. Con el tiempo me harté de que sus tetas no crecieran.
Madame Marie
Me desvestí ante ella y permaneció así, en éxtasis.
La vi tan caliente, tan preparada, que me le tiré encima.
Recuerdo que lo primero que le hice fue morderle los labios de la boca con todas mis ansias, ella se resistió, pero logré aplastarla con mi peso. Le mastiqué las tetitas, se las estiré pellizcándole los pezones hasta hacerla gritar y llorar de dolor, la chupé y mordisqueé por todas partes, la perforé rudamente con el dildo, me la follé por el culo, ya saben cómo.
Luego la até a la cama completamente abierta para mortificar sus agujeritos durante toda la noche y arrancarle alaridos de dolor y placer.
Eugenia fue mi top model durante 1 año, y una de mis grandes amantes esclavas. Con el tiempo me harté de que sus tetas no crecieran.
Madame Marie